martes, 16 de marzo de 2021

Enemigos de la Santa Madre Iglesia intentan detener el Cónclave de 2021 en CELTIC, difamando al señor Gonella; él denuncia ante Delitos Informáticos de Uruguay (en Interpol).

Rolmigas: enemigo declarado de la Santa Iglesia Católica Apostólica Romana Verdadera, intentando detener el Cónclave de 2021, difama a Nicolás Gonella y éste lo vuelve a denunciar ante las autoridades de Uruguay. 
Por Lord Stob (Nicolás José Gonella Neyra). 
(También conocido como Príncipe Lord Nicus, Nicus, Nicus17 o Libertario Céltico).  

 
De seguro, según Rolmigas, ésta es una fotografía "producto de mi imaginación" y yo le realicé una "denuncia imaginaria" en su contra... De todos modos, ahí está, la comisaría de Interpol, con la bandera de Uruguay y el escudo, y si se agranda la foto puede verse que en el escudo reza "Misterio del..." Rolmigas dijo que "yo no me animaba a acercarme a una comisaría". ¿Y eso qué es, entonces? ¿Ahora irá a decir que esa foto es "trucada" o que yo simplemente pasé por al lado, pero no entré? Aún que alegara eso, ya sólo con esta fotografía, queda demostrado que él mintió.
 
 
            Mis queridos lectores, seguidores y apoyadores, público en general: una cosa es tener desacuerdos con una persona y debatir de forma pacífica, con argumentos, con lógica y con razón, como yo intenté hacer con Raúl Miguel—llamémosle Rolmigas—hace años atrás, cuando cometí el incauto y tosco error de comentar en su “blog”, pensando ingenuamente que él podía entablar un debate teológico serio, reflexivo y en buenos términos como personas civilizadas. Sin embargo, esa persona en primer lugar, comenzó a apelar a la censura, y luego al insulto; hasta ahí, es perdonable y no hay ningún problema para mí. Pero luego, esa persona que carece por completo del sentido del honor y la compostura, me comenzó no sólo a burlarse de mí, sino a difamarme e injuriarme públicamente, a denostarme como si yo fuese una basura, afirmando un sinnúmero de falsedades acerca de mi persona, haciendo de cuenta como si me conociera, cuando en realidad no sabe nada sobre mí, porque sólo soy una persona que él conoció por internet, y con la cual no compartimos nuestras opiniones. 
            Todo comenzó por un desacuerdo categórico entre posturas teológicas: él, al igual que la Iglesia del Vaticano II—a la cual alega criticar—, a la mayoría de los autodenominados “tradicionalistas” y la mayoría de los dizque “sedevacantistas” y “conclavistas”, defiende el indiferentismo religioso etiquetado pomposamente como “bautismo de deseo, sangre, fuego y salvación por ignorancia invencible” (nótese que ese “bautismo de deseo” decimonónico e hipertrofiado, ni siquiera es el mismo que el medieval, el cual era sólo para los catecúmenos); y por otro lado, mi postura teológica, muy minoritaria, pero que creo que constituye la verdadera ortodoxia católica, representativa de la Iglesia Católica histórica de siempre. Mi postura teológica de defensa del cristianismo verdadero, se presenta en dos grandes tesis: el dogma “extra Ecclesiam nulla salus” (fuera de la Iglesia no hay salvación), el cual es un dogma bíblico; y el paleosedevacantismo, es decir, que mi sedevacantismo a diferencia del sedevacantismo mayoritario, el cual plantea la sede vacante desde 1958, tras el fallecimiento de Pío XII; mi paleosedevacantismo comienza tras la muerte de León XIII, en 1903, y eso es porque el Antipapa Pío X, modificó el Breviario, violando el sagrado Juramento Papal, al cambiar una tradición de la Santa Madre Iglesia. Luego, sí estoy de acuerdo con el resto de los sedevacantistas, en mi rechazo hacia el Conciliábulo Vaticano II, y a la modificación de la Santa Misa que realizó el Antipapa Pablo VI. Pero ya Pío X, modificó el Breviario y también permitió la publicación, precisamente, de un Catecismo que contiene la herejía del “bautismo de deseo”: no es el bautismo de deseo original, igual herético, sino que se trata de indiferentismo religioso, es decir, atentar contra uno de los dogmas principales de la Iglesia: extra Ecclesiam nulla salus. Simplemente, al igual que la Iglesia del Vaticano II, la inmensa mayoría de los sedevacantistas, creen que fuera de la Iglesia, algunas personas pueden salvarse. Yo no creo eso. Yo creo en lo que enseñó nuestro Señor Jesucristo en la Biblia, cuando dijo bien claro, con todas las letras: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” (Mc.16:16; SE1569). 
            De hecho, yo creo en todo lo que afirma la Biblia, desde el principio hasta el final, desde Génesis a Apocalipsis, Antiguo Testamento y Nuevo Testamento, con todos sus libros, incluyendo también al de Enoc; yo creo en la creación del mundo en seis días, de veinticuatro horas cada uno, y que el hombre viene del barro y la mujer de la costilla de Adán; yo creo en la Santísima Trinidad eterna, en que Cristo es Dios, en que Cristo es el Único Señor y Redentor; yo creo en el Padre Nuestro, en el Ave María (que sí es bíblico, sólo que sus versos aparecen separados); yo creo que la Tierra es el centro del universo, yo creo que la Tierra es joven, yo creo que la Tierra es plana, yo creo que Dios puede detener el Sol y la Luna, yo creo que Dios venció al Leviatán, que mandó un Diluvio de agua que cubrió toda la Tierra, y que por medio del profeta Moisés abrió las aguas del mar Rojo y liberó a los esclavos hebreos de Egipto; yo creo que Cristo convirtió el agua en vino, revivió a un muerto, expulsó demonios, curó leprosos, y Él mismo resucitó; yo creo en el símbolo de los Apóstoles y el Credo Niceno-Constantinopolitano; yo creo que Cristo nació de una virgen, la Virgen María, concebida sin pecado y preservada del pecado; yo creo que todos los seres humanos, de todas las naciones, de todos los tiempos, necesitan del bautismo para salvarse; yo creo que la justificación se da por la fe y por las obras, tal como está escrito, y que sólo se salvan los predestinados y los justos, y por la Gracia de Dios, y no por méritos propios; yo creo en toda la teología católica tradicional, desde el siglo I al XIX, rechazando el Conciliábulo Vaticano II, y por ende aceptando veinte Concilios Ecuménicos; yo creo en la transubstanciación, y creo que hay siete sacramentos; y por supuesto, creo en los Diez Mandamientos, y todos los estatutos bíblicos que deberían ser cumplidos por todos los hombres; y por ende, rechazo a todo el mundo moderno repleto de pecado, como sodomía, anticoncepción, etcétera, etcétera; yo básicamente y para resumir, realmente creo en todas las enseñanzas de la Santa Biblia, de inicio a fin, ¿y por qué? Porque realmente estoy convencido por fe primariamente y por razón secundariamente, en que la Biblia es la obra sagrada que es la Palabra de Dios y que en la misma está escrita toda la historia sagrada de la humanidad en sus albores, y que allí está plasmada la Ley que todos los seres humanos deberíamos guardar. 
            Ahora bien, comprendo que, como advierte la propia Biblia, este mundo esté corrompido por el pecado y la mayoría de las personas tengan mala voluntad y no quieran hacer buenas obras, y por eso, por ejemplo, o son directos infieles o siguen a la falsa Iglesia que ahora está en Roma y que usurpó la sede de los verdaderos Papas, y que ellos se digan llamar “católicos”, cuando en realidad entablan amistad con los enemigos declarados de la Iglesia, como los protestantes—autodenominados anglicanos, luteranos o evangélicos calvinistas—, cismáticos orientales—autodenominados “ortodoxos”—, o incluso judíos, musulmanes y paganos e incrédulos—autodenominados “ateos” o “agnósticos”—. Yo como católico verdadero, tengo el derecho de no aceptar estar en comunión con los herejes del Vaticano II ni tampoco con los otros herejes autodenominados “tradicionalistas”—estilo FSSPX, que son cismáticos también—y autodenominados “sedevacantistas”; porque la libertad es un derecho inalienable del ser humano, como la vida y la propiedad, y dentro de la libertad, tenemos la libertad de consciencia o de pensamiento, en la cual se encuentra la libertad religiosa; y para el catolicismo, si bien entendemos que “fuera de la Iglesia no hay salvación”, de todos modos es entendible que haya muchísima gente que no quiera estar en la Iglesia y por ende, quieran estar en otras religiones, porque para nosotros los cristianos de nada sirve una conversión forzada, porque si es forzada, significa que esa persona en realidad no cree, es decir, no tiene fe, y sin fe, nadie puede salvarse. Tampoco sin las obras, porque si una persona no cumple con los Mandamientos, entonces no puede salvarse; lo cual no quiere decir, que no exista el arrepentimiento y el sacramento de la confesión, para purgar nuestros pecados, ya que Dios quiere que todos se salven, y es cada uno de nosotros de forma individual, quienes debemos decir qué camino recorrer. Y el camino que yo he querido recorrer es el del cristianismo y yo como soy católico, estoy convencido de que sólo los católicos somos verdaderos cristianos, ya que los protestantes no siguen toda la Biblia, y no creen en las buenas obras, entre otros errores, que ahora no viene al caso rebatirlos uno por uno, ya que si no este escrito sería demasiado largo. 
            Dentro del catolicismo, tenemos al falso catolicismo que ha querido transitar el Conciliábulo Vaticano II, con sus Antipapas y eso es en lo que se ha sumido Roma, desde 1903, pero especialmente desde 1958; y el verdadero catolicismo, al cual yo le vengo a llamar catolicismo verdadero o catolicismo sicárvico, para que ya no nos confundan con los falsos católicos del Vaticano II. Los católicos sicárvicos o verdaderos, somos los cristianos católicos de siempre, históricos, que seguimos las enseñanzas de Cristo, dadas en el siglo I. 
            Con todo esto, quiero decir que yo como individuo y persona humana, tengo el derecho de seguir la religión que yo crea, según mi propia consciencia; y que no por eso, tengo por qué ser despreciado, vilipendiado y difamado públicamente por aquellos que no están de acuerdo con mis creencias. Yo soy un católico independiente, es decir, un cristiano que se rige por toda la teología católica, pero que no está de acuerdo con las evidentes—a mi humilde entender—desviaciones doctrinarias del Vaticano II y sus antecedentes inmediatos; si ya ad ovum, el Antipapa Pío X cambió el Breviario romano, y luego el Antipapa Benedicto XV promulgó un Código de Derecho Canónico falso, que contiene la herejía del “bautismo de deseo”, intentando sustituir el Cuerpo de Derecho Canónico del año 1500—que es el único verdadero Código mayor de la Iglesia—y después el Antipapa Pablo VI, cambió por completo la Santa Misa, que es el sacrificio de Cristo, con el sacramento de la eucaristía, donde se produce la transubstanciación; ritual que debe ser efectuado en latín y sin embargo el Vaticano II, lo realiza en lenguas vernáculas, y para peor permitiendo que ingresen mujeres sin mantilla e incluso semidesnudas a las capillas e iglesias; eso todo, es claro que no es mi religión. Mi religión es la del catolicismo histórico de siempre, y yo tengo derecho humano, que nadie me lo puede negar, a querer ser fiel a la religión católica de siempre; y así, yo soy verdadero católico, y todas las personas que sigan esta tesitura, de seguir sólo la Biblia y la Tradición de la Iglesia Católica, todas esas personas son las únicas que están en comunión conmigo, dentro de la verdadera Iglesia Católica. Francamente, no sé cuántas personas están en comunión conmigo, porque son muy pocos a esta altura histórica, los que tienen ganas de seguir la Biblia, al pie de la letra, tal cual está escrito y explicado por los Papas y el Magisterio de la Iglesia; y eso es porque todo indica que estamos ya en los últimos tiempos y Cristo mismo ya advertía que para cuando Él regresara, poca gente con fe cristiana, quedaría sobre la faz de la Tierra; pero extenderme sobre esos asuntos, ahora no viene al caso. 
            Pero precisamente de eso de seguir la Iglesia Católica histórica, para mí humilde entender es de lo que se trata del honor, algo que Rolmigas es muy notorio que carece. Para mí el honor es tener lealtad (no quiero decir que todos los no-católicos carezcan de honor, sino que es una muestra de honor, lealtad incondicional hacia lo que uno cree), y yo he elegido ser leal a Cristo y a su verdadera Iglesia; que para mí eso significa ni más ni menos, que ser leal por completo a todo el texto de la Santa Biblia. Entiendo que de nada sirve seguir una parte de la Biblia, pero negar otra: eso simplemente no es cristiano; como hay gente que lee un pasaje del Antiguo Testamento o del Nuevo Testamento y dice que eso “no le gusta” (como los progres que se dicen “cristianos”, y no les gusta que la Biblia condene la sodomía, por ejemplo) y que, por ende, no le hace caso. Yo no, yo procuro guardar fielmente todo lo que la Biblia—la Palabra de Dios—enseña. Eso no quiere decir que yo sea infalible ni impecable, que no cometa errores y nunca peque. Los cristianos o católicos verdaderos también pecamos, pero procuramos no hacerlo y nos arrepentimos de nuestros pecados; y de eso se trata precisamente, el trasfondo de todo esto. 
            Explicada esa introducción, informaré que he leído el viernes pasado con bastante indignación—pero ya no sorpresa—cómo Rolmigas, me ha vuelto a difamar por su “blog”, alegando esta vez, que “pondrá un punto final para Nicolás Gonella”. Ojalá ese energúmeno de Raúl Miguel de Sursum Corda, realmente pusiera un punto final en sus insultos, y sobre todo difamaciones hacia mi persona. Claramente es un hombre que está obsesionado con mi figura, supongo yo porque me tiene envidia; y por ello—porque no puedo dejar pasar por alto sus calumnias que atentan contra mi honra—es que voy a desmentir aquí sus últimos exabruptos—en su mugroso estercolero virtual al cual le llama “blog”—que francamente no sé a qué vienen, ya que yo no le envié ningún mensaje ni le dije nada; pero él no pierde ocasión para insultarme y difamarme. Y esto ya es por demás, porque hace al menos como siete u ocho años, si mal lo recuerdo, que este ser abyecto me está acosando por internet. Posiblemente haya pasado mucho más tiempo, pero no lo recuerdo bien, ni tampoco sé distinguir si todos los usuarios que me difaman por internet son él mismo, o se trata de un grupo. Es probable que se trate de un grupo organizado en mi contra y en contra de mi organización u agrupación religiosa. 
                          Primero, él comienza burlándose de mi trayectoria académica—tras haberse jactado de la de él, creyéndose la gran cosa y francamente, no pasando de un profesorcillo de historia, con algunos estudios elementales de teología (eso, según sus propias declaraciones; vaya a saber si es cierto o no)—y rebuzna: “Para mi sorpresa el señor Nicolás Gonella Neyra, quien en su momento fue estudiante de medicina y luego pasó a Neurofisiología Clínica (aunque no le iba muy bien) y cuya suerte hoy desconocemos”. 
            Desmentiré esa afirmación de Rolmigas: es verdad que yo fui estudiante de medicina, pero cuando llegué a la parte práctica, la verdad que no me interesó y por eso la suspendí, al menos por el momento, no descartando quizás algún día volver a continuarla. Además, no sólo estudié medicina y neurofisiología, sino también psicología, criptobiología, teoría de la música, y unos cuantos idiomas, entre innumerables otras cosas que no valen la pena aquí enlistar, porque no escribo esto para ensalzarme, sino simplemente para defender mi honra, ante todos los agravios públicos, reiterados y sistemáticos esparcidos por Rolmigas. Éste miente descaradamente con que “no le iba muy bien” en neurofisiología clínica, y para sostener su mentira enlaza con lo siguiente: https://psico.edu.uy/sites/default/files/evolutiva_diciembre_2011_.pdf 
            Ese enlace que coloca Rolmigas, refuta su propio rebuzno, puesto que allí dice muy claramente: “Facultad de PSICOLOGÍA. Departamento de Administración de la Enseñanza. Acta de examen. BORRADOR. PSICOLOGÍA evolutiva.” Como vemos, esto demuestra que Raúl Miguel es un completo idiota, que no sabe ni siquiera lo más básico de todo en la neurociencia, que es distinguir la psicología de la neurofisiología: es tan nulo de inteligencia, que, al parecer, ni siquiera posee lo más mínimo de comprensión lectora. En el documento que él cita dice bien claramente “psicología”, no “neurofisiología”. De neurofisiología clínica, yo salvé todos los cursos y exámenes y la monografía de grado, y me gradué como tal, siendo licenciado en neurofisiología clínica. Y es verdad que sí abandoné de forma definitiva psicología—que nada tiene que ver con neurofisiología—pero eso fue por dos motivos: porque en realidad me di cuenta de que la psicología no me interesa como tal, y porque esa facultad pública, francamente es una porquería que parece un comité del Frente Amplio (extrema izquierda). 
            En cuanto a esa materia que él cita, no recuerdo no haberme presentado al susodicho examen; pero seguramente me olvidé de borrarme en la inscripción. Como sea, esa materia creo que la salvé en otra ocasión; pero eso no tiene importancia, puesto que yo pasé por la facultad de psicología sólo como parte de mis innumerables experimentos sociales, acerca del comportamiento humano: digamos, para ponerlo en términos simples: para ver qué pasaba o qué tal estaba el ambiente. Poner un borrador de notas de la facultad, aislado y sin su debido contexto, y para peor confundiendo una facultad con otra, es propio de imbéciles integrales que se nota que no tienen ni la más mínima idea de nada. Rolmigas, intentándome desacreditarme en cuanto a mi desempeño académico, no hace más que hacer gala de su necedad; y de nada le sirve que indique el hecho de que “en su momento” fui “estudiante de medicina”, porque yo simplemente suspendí el estudio de la medicina, al arribar a la parte práctica, ya que a mí me interesan por lo general, más bien las cosas teóricas, centrándome en la investigación; ya que después de todo, como diría Kabuto, “yo soy un intelectual”. 
            Pero rebuzna Rolmigas: “sigue cada tanto publicando en sus múltiples blogs y con sus múltiples identidades contra este espacio digital y sus colaboradores.” Esta afirmación es otra mentira más. Yo no publico cada tanto en mis múltiples blogs ni con mis supuestas múltiples identidades (otra mentira más), en contra de su mugroso espacio digital y sus supuestos colaboradores (colaboradores imaginarios, muy posiblemente). Lo que yo (usuario Lord Stob, del foro V SUIS, administrador del mismo), publiqué sobre él, fue el jueves 6 de junio de 2019 ADAT, aquí: https://vsuis.foroactivo.com/t1279-raul-miguel-de-sursum-corda-el-personaje-mas-nefasto-para-el-catolicismo-tradicionalista-en-habla-hispana 
            En el enlace puede leerse claramente con fecha y hora, cuando yo publiqué una entrada, como respuesta a las difamaciones e injurias que él me hizo en una entrada precedente. Invito a cualquiera a que lea la totalidad del contenido de ese enlace y veremos quién fue el que comenzó a insultar y para peor difamar, diciendo rotundas mentiras sobre mi persona. Ese enlace, fue una respuesta puntual a esta difamación anterior que me hizo Raúl Miguel: http://sursumcordablog2.blogspot.com/2019/06/carta-abierta-foro-catolico-sobre-los.html 
            Como puede verse en ese hilo de mi foro (https://vsuis.foroactivo.com/t1279-raul-miguel-de-sursum-corda-el-personaje-mas-nefasto-para-el-catolicismo-tradicionalista-en-habla-hispana), otros usuarios también comentaron, pero la mayoría de quien posteó, fui yo, ya que tuve que responder a las mentiras anteriores de Rolmigas. Me atengo a todo lo que en ese hilo declaré. En cuanto a mis supuestas “múltiples identidades”, eso es cosa de la imaginación de Rolmigas, algo que además, él no tiene como probarlo y que inclusive de ser cierto, no tiene en absoluto nada de malo, ni es ningún delito tener varias cuentas de usuario; de hecho, yo puedo decir exactamente lo mismo de todos quienes comentan en sus “blog” (si es que a eso se le puede llamar así); se nota que Rolmigas también me tiene envidia, porque yo tengo espacios digitales notoriamente mayores y de mejor calidad que los de él. 
            Como sea, les exhorto a los lectores que miren bien las fechas, y verán que mi entrada en ese hilo, fue del día 6 de junio de 2020, como una respuesta inmediata a las barbaridades que Rolmigas mintió sobre mí. Después, el 13 de junio de 2020, como respuesta a un usuario, aclaré que, en el año 2019, yo había denunciado a Raúl Miguel, porque estaba infringiendo el artículo 333 del Código Penal uruguayo (difamación). Esa fue mi primera denuncia contra él, que infelizmente no quedó en nada. 
            Después Rolmigas dice: “Ahora ha convocado a un cónclave para elegir a otro antipapa de fantasía, claro está, como fantasioso es todo lo que ha venido publicando en la red”. Entonces, si él cree que todo lo que yo publico en la red es fantasioso, ¿entonces por qué destila tanto odio y se preocupa tanto? Si se supone que todo lo que yo expreso es una mera “fantasía” o “cosa de mi imaginación”, ¿entonces cuál es su problema? Es que en verdad él no cree eso; él sabe que todo lo que yo digo es verdad; y es notorio su profundo odio hacia todo lo que huela a conclavismo o restauración del papado católico. De hecho, él sí sostiene bautismos de fantasía, alegando que las personas se pueden salvar sin el bautismo de agua y fuera de la Iglesia Católica. Además, él antiguamente era católico, pero ahora es un cismático oriental autoproclamado “ortodoxo”—y por lo visto, ni los propios “ortodoxos” lo soportan—, así que él no tendría nada que andar opinando acerca de la interna de los verdaderos católicos tradicionalistas que estamos en contra del Conciliábulo Vaticano II. Queda muy claro pues, que Rolmigas odia todo lo que sea cónclave católico para elegir un Papa católico de verdad, porque él en el fondo ama al Vaticano II y al bufón del Antipapa Francisco (quien se burla de San Francisco de Asís, por cierto). 
            Alega Rolmigas: “Aunque si quiere, puede ponerse en contacto con el grupo de Facebook de “Católicos tradicionales” y tal vez, conseguir una mitra.” No conozco ese grupo de (((Facebook))), ni me interesa nada que provenga de esa red social. 
            Asevera Rolmigas: “En el post “Como detener el acaso por las redes sociales”, comenté cuales fueron las acciones que en su momento tomé contra Nicolás Gonella Neyra, quien ha vuelto a la carga, continúa molestando y parece que no entiende como funciona el mundo real.” No sé qué será eso del “acaso” … Supongo que se refería a “acoso” en las redes sociales, que es precisamente lo que él ha hecho desde hace como siete años, no perdiendo ocasión para nombrarme y burlarse mío, como en ese post mugroso de él, de fecha del 12 de junio de 2020. Claramente, Rolmigas miente, porque yo desde el 2016 que no comento absolutamente nada en su mugroso “blog”. Mis únicos comentarios, fueron en la época en que debatí con él acerca del bautismo de deseo, y como le gané el debate (de hecho publiqué un libro sobre el asunto: “El arca de los predestinados”), entonces se nota que todo este tiempo él me ha guardado rencor y se ha quedado obsesionado conmigo a tal punto que cualquier comentario negativo que le llega a su “blog”, él me lo atribuye a mí. ¡Es un completo idiota! 
            Rebuzna Rolmigas: “Me pasó con una persona de Uruguay. Como insistió en molestarme y estaba obsesionado conmigo y yo no tenía tiempo para ir hasta allí y denunciarlo le hice denuncias en sus canales de Youtube, denuncié ante Google el acoso y finalmente, cuando me enteré que lo estaban procesando por dos delitos, me comuniqué con los denunciantes y les pasé más información.” ¿Qué? A ver… ¡Pardiez! ¡Este tipejo de Rolmigas es un mentiroso compulsivo! Yo no insistí en molestarlo; yo después del debate que tuvimos, el cual lo intenté hacer en buenos términos, pero vi que él no estaba actuando de forma civilizada; simplemente dejé de comentar en su “blog”. Aparte, insiste en la mentira de que supuestamente estoy obsesionado con él, pero ¿quién es el que anda buscando informaciones en páginas de facultades y hasta una sentencia, sobre mí? Yo no ando buscando información sobre él; por ende, ¿quién es el que está obsesionado, en verdad? 
            Además, curiosamente él no dice la fecha de esas supuestas “molestias” de mi parte; yo lo único que hice hace más de cuatro años, fue humildemente comentar en su blog, en contra de su postura de defensa del imaginario “bautismo de deseo”; eso en primer lugar. Una vez que yo le gané el debate, me retiré de su blog y nunca más le comenté más nada. Reitero: ¿quién es el que está en verdad obsesionado? ¡Él es quien está obsesionado conmigo, no yo con él! 
            Luego dice que él me denunció a mis “canales” de YouTube y Google… A ver; esto es una idiotez absoluta. Para denunciar en Google (en Blogger), hay que ir a “Más” y hacer clic en “Denunciar abuso”; y eso no es ninguna medida legal de índole judicial. Eso cualquiera lo puede hacer, contra alguien que—según a él le parezca—viola las directivas de Google o YouTube (que es lo mismo…). Yo antes tenía un único canal en YouTube (no varios) y yo mismo me retiré de (((YouTube))), porque quise, así como también me retiré de (((Facebook))) e incluso de Twitter. Y no sé qué habrá él denunciado de Google, pues nunca tuve ningún problema con Blogger. Quizás habrá denunciado en su imaginación… 
            Y dice que me estaban procesando por “dos delitos”. Él coloca la sentencia de uno; me pregunto yo, ¿cuál es el otro “delito”, por el cual me estaban procesando? Ni yo me enteré. Debe haber sido cosa de la imaginación de Rolmigas… Alega él que se “comunicó con los denunciantes” … ¿Ah sí? ¿Con quiénes? ¿Así que eran “varios denunciantes”?… No sabía. Quien me denunció fue una única persona; nadie más. Cometí un único error, el cual me arrepentí—por el método, no por el contenido, porque lo que yo dije, igualmente era cierto y luego se comprobó cuando procesaron a Sendic Jr.—y cumplí a rajatabla la pena por mi error; y nunca más volví a cometerlo, ni pienso hacerlo. Eso fue hace seis años y ya pasó.    
            Rolmigas rebuzna: “El muchachito que estaba haciendo esto se escudó ante la justicia que él no era el atacante o acosador, sino sus heterónimos, personajes que él había inventado, y por lo tanto era inocente. La justicia uruguaya lo obligó a hacer terapia y le explicaron el principio de realidad.” ¿Me escudé ante la “justicia”? ¿Qué “justicia”? ¿Te refieres al Poder Judicial? Ante esto, yo le contestaría a Raúl Miguel: no, hombre, yo no creo en el Poder Judicial democrático; yo creo en la justicia divina; yo soy católico de verdad, a diferencia de ti; yo pienso que la “justicia de los hombres” es defectuosa, y por ende, muchas veces ellos pueden cometer injusticias, incluso, por ejemplo, colocando en prisión a una persona acusada de homicidio, por un crimen que no cometió. En cuanto al juicio que se me hizo en mi contra; yo estoy convencido de que—pese a que sí cometí un error y ya lo subsané—yo soy inocente, porque estimo que el artículo 149 bis del Código Penal uruguayo es inconstitucional, puesto que el artículo 29 de la Constitución uruguaya reza: “Es enteramente libre en toda materia la comunicación de pensamientos por palabras, escritos privados o publicados en la prensa, o por cualquier otra forma de divulgación, sin necesidad de previa censura; quedando responsable el autor y, en su caso, el impresor o emisor, con arreglo a la ley por los abusos que cometieren”. Por eso, a mí me gustaría poder juntar firmas, para derogar ese artículo; yo podría haber apelado, pero como me procesaron sin prisión y me borraron los antecedentes judiciales, entonces dejé quieto, porque a mí no me gusta seguir eternizando conflictos y a diferencia de los progres, sí sé perdonar, por lo cual espero que Rolmigas tenga la mínima decencia de cumplir con su palabra y realmente poner “punto final” en sus difamaciones en mi contra. De hecho, puesto que el juicio en este tipo de delitos (difamación), es a instancia de parte, yo estaría dispuesto a retirar mi denuncia, siempre y cuando él borrase toda mención hacia mi persona y me pidiera públicamente las disculpas pertinentes; pero, infelizmente, pienso que él es demasiado arrogante como para hacer eso… 
               En cuanto a la segunda parte de esa mentira de él: eso de que la “justicia” uruguaya me obligó a hacer terapia… y “me explicaron el principio de realidad”; eso es completamente una mentira inventada por Rolmigas: de hecho, lo único que dice la sentencia y que fue lo que yo sí hice, fue presentar informes psicológicos, por un período de seis meses—si mal lo recuerdo—al juez del caso. No hice ninguna terapia real de nada; puesto que, de hecho, si yo hubiera estado fuera de mi sano estado mental—como insinúa Rolmigas todo el tiempo—entonces me hubieran eximido de toda pena; pero no, que no lo hayan hecho, demuestra que, incluso desde el punto de vista pseudocientífico de la psiquiatría, yo estoy por completo, mentalmente sano. Pero, de todos modos, yo no creo en la psiquiatría, ya que soy católico, y por ende pienso que, si hablo con Dios, no estoy hablando con un ser imaginario, sino con alguien que en verdad existe; incluso, hasta podría oír la voz de Dios, pero infelizmente, debo confesar que despierto nunca lo oí, aunque soñando sí hablé con Él, algunas veces. Además, como neurofisiólogo, no tengo por qué creer en la psiquiatría, ya que nunca se ha probado ninguna “enfermedad mental”—sino en todo caso, enfermedades del alma, pero eso es materia de la religión—sino sólo comportamientos que a la mayoría de las personas no les gusta. Si una persona, por ejemplo, es paranoica, eso no es ninguna “enfermedad mental” ni “trastorno de la personalidad”, sino sólo un tipo de personalidad distinta a la mayoría: yo le llamaría, una persona precavida. Incluso, un psicópata, ciertamente es una persona con una personalidad molesta, pero no por eso, deja de ser una persona con plenos derechos humanos. Y en cuanto a los esquizofrénicos, ¿quién puede asegurar que lo que las “cosas raras” que ellos ven, existen o no existen? ¿Quién tiene autoridad para determinar qué es real y qué es fantasía? Simplemente, los esquizofrénicos son personas que ven cosas, que la mayoría de las personas no podemos ver; pero eso no significa que lo que ellos vean no sea cierto. No, no existen las “enfermedades mentales”, sólo existen las enfermedades neurológicas, como la enfermedad de Parkinson, el autismo, el retraso mental, etcétera; y de todos modos, todos merecen ser bien tratados y respetados. Por ende, no, no existen los “locos”, sino sólo existe falta de comprensión, y falta de respeto hacia la psico y neuro diversidad humana. De todos modos, Rolmigas demuestra un problema en compresión lectora, puesto que en ningún lugar de la sentencia dice que “me explicaron el principio de la realidad”; es más, ¿quién cree tener la autoridad suficiente, como para determinar qué es real y qué no?; además, ¡él mismo, quien cree en el “bautismo” imaginario de deseo!, ¿me viene a hablar a mí de realidad?, ¿no es eso una contradicción de su parte? Es bastante claro, que a Rolmigas le falta ejercitar un poco más la lógica. 
            Pero aquí llegamos a un punto muy grave de las difamaciones de Rolmigas; afirma: “De aquella extraña experiencia (porque esta persona anduvo por todos los medios de tradilandia) quedó una buena relación con algunos de los que él atacó (incluía racismo, amenazas de muerte y otras cosas que “Su Alteza”) gustaba de hacer o decir escondido tras el teclado de su computadora.” ¡Recórcholis! ¡Mentira pura y descarada es esto que él afirma!: yo no amenacé nunca de muerte a nadie: eso es algo que yo jamás haría, porque no soy un cobarde, ni una persona baja, como notoriamente Rolmigas ha demostrado ser. Realmente, eso que él afirma categóricamente, es una mentira absoluta y repulsiva; él miente como que insinuando que a mí se me procesó por “amenazas”, cuando yo nunca amenacé a nadie, y menos de muerte; vuelvo a repetir lo que ya he dicho en otras ocasiones: yo no amenazo, yo hago lo que tengo que hacer. Si un día, supongamos, por una razón extrema, tengo que matar a alguien, lo hago y punto; no ando amenazando como un cobarde y fanfarrón; por supuesto, yo jamás mataría a nadie, al menos que sea por legítima defensa; pero aclaro esto, con una situación hipotética, para que quede bien en claro, mi propia mentalidad y actitud. De hecho, acusar a alguien de que amenaza de muerte a otros, es delito de difamación e injurias (artículos 333 y 334 del Código Penal uruguayo); por ende, por sus propias palabras, Rolmigas demuestra que está cometiendo un delito, claro y evidente; y esto no lo expreso yo, sino él mismo, con sus propias palabras. Al final es un mitómano, que se embarulla la mente, cayendo en su propia red de mentiras. 
            Rebuzna Rolmias: “(…) Pero un día me encontré que había vuelto a la carga y simplemente tomé dos acciones: me puse en contacto con una oficina gubernamental uruguaya encargada de casos de discriminación y xenofobia, publiqué en Sursum parte de la información que tenía de él y le escribí un largo correo donde adjuntaba todo el material que tenía. Entendió y no molestó más. A veces aparece y escribe un comentario… pero ya es un problema menor. A veces los publico, a veces los borro. Pero la personita sabe que la próxima pasaré a las acciones legales.” Esto es una mentira sin sentido. Él no me mandó correo ninguno, ni largo ni corto, por lo tanto, no pude haber entendido nada, sobre el mensaje de correo que él me mandó con su imaginación. Luego, vuelve Rolmigas a insistir con que yo le escribo comentarios en su “blog”; ¡mentira! Las únicas veces que le escribí comentarios, fue como hace varios años, cuando debatí con él acerca del “bautismo de deseo”. Después vi que era un idiota engreído y soberbio superlativo, y ya no le comenté más nada. Reitero: este tipejo se quedó rencoroso conmigo, sólo porque lo rebatí con mis argumentos; pero como él carece de argumentos, entonces apela a la violencia, del acoso moral por las redes, y la calumnia. 
            Yo lo denuncié a él a Interpol, el día 18 de junio de 2019 ADAT; y lo hice en conjunto con la denuncia hacia el tarado de Diasland; pero infelizmente se ve que el juez no dio lugar a mi denuncia o no sé lo que pasó y por eso, a raíz de estas últimas difamaciones por su parte, yo lo volví a denunciar hoy, martes 16 de marzo de 2021 ADAT, por la mañana, también en el Departamento de Delitos Informáticos de Interpol. A continuación, cito la declaración de la denuncia que le realicé: 
            El día jueves 11 del corriente, un bloguero que se hace llamar Raúl Miguel, publicó en su blog Sursum Corda, cuya dirección detallo en las capturas de pantalla, una serie de mentiras difamatorias e injuriosas (artículos 333 y 334 del Código Penal) en contra de mi persona. De todo lo que él asevera, la única verdad es la sentencia que me hicieron en mi contra, el Poder Judicial, en el año 2015, hecho por el cual fui procesado sin prisión, cumpliendo con mi correspondiente pena y nunca más volviendo a incurrir en aquel delito. Sin embargo, esta persona que me difama, no sólo vuelve a exponer ese hecho ya juzgado sobre mi persona, sino que le añade un montón de mentiras, como que yo amenacé a la susodicha diputada, cosa que en la propia sentencia que él mismo expone, no consta, y es completamente falso. También miente acerca de que tuve un supuesto tratamiento psiquiátrico, cuando en realidad, lo único que tuve que hacer fue presentar por un período de seis meses, informes psicológicos al juez de la causa, en virtud de que mi defensa alegó problemas psicológicos. Luego también el susodicho Raúl Miguel miente acerca de muchas cosas sobre mi persona, porque no me conoce y claramente inventa, como por ejemplo, mentiras acerca de mis estudios académicos. Todo eso, lo hace injuriándome de vil forma, ofendiendo mi honor, rectitud y decoro como persona humana. Esta actitud de su parte, no ha ocurrido sólo el día mencionado, sino que se trata de una conducta continuada, reiterada y sistemática en el tiempo, desde hace muchos años, como lo muestro en las capturas de pantalla, las cuales adjunto; en donde se puede ver, no sólo como se me difama e injuria, sino como incluso en algunas ocasiones, me hacen sitios falsos suplantándome la identidad, hasta incluyéndome en páginas de naturaleza homosexual. Se me ha insultado públicamente, incitándose al odio y al desprecio público en contra de mi persona, con furibunda animadversión en contra de mis creencias religiosas y convicciones políticas minoritarias, discriminándoseme como minoría; e incluso en algunas ocasiones, llegándoseme a amenazar de muerte (artículo 290 del Código Penal), por diversos medios, principalmente correo electrónico. Quiero aclarar que no sé si todos esos delitos contra mí, son de parte sólo de esa persona, o en realidad, se trata de un grupo detrás de él; yo no conozco en verdad, a esa o esas personas que me odian y desprecian.” 
            Junto con ese texto de la denuncia, adjunté ciento setenta y tres capturas de pantallas, que constituyen—además de los enlaces correspondientes—una colección de agravios, calumnias, injurias e incluso hasta amenazas de muerte en mi contra, pero como aclaro en la denuncia, yo no estoy seguro de si todos esos ilícitos en mi contra provienen de una misma persona que se hace llamar “Raúl Miguel”, o en verdad se trata de un grupo de personas, quizás lideradas por él, que vaya a saber cómo es que se llama en realidad. Esto yo no lo sé, y por eso no difamo—a diferencia de él—y por ende, dejaré que la Policía uruguaya—junto a Interpol—investigue y que luego, si se llegara a descubrir quién o quiénes están por detrás de todos estos agravios en mi contra, que el Poder Judicial uruguayo, juzgue como es debido ya sea a esta persona que se hace llamar “Raúl Miguel” o a cualquiera de sus seguidores, si es que existen, claro está. 
 
Esto según Rolmigas, debe ser una foto falsificada, con mi cara y de fondo el anexo de la comisaría de Interpol... Sí, claro "yo lo denuncié de forma imaginaria, en mi mundo de fantasía" (?) La cuestión es que pese a que él me difama, yo doy mi nombre, apellido y rostro; no soy ningún cobarde, a diferencia de él (o ellos), que se ocultan tras pseudónimos.
 
 
            Agrega Rolmigas: “Pero Nicolás es una persona con muchísimo tiempo libre, y lo que es peor, con una terrible obsesión hacia mi persona y con este espacio digital.” Él hace como si me conociera, cuando yo nunca lo conocí en persona; pero es increíble que Raúl Miguel me ataca sin conocerme en lo más mínimo. Es tan engreído, que supone él que yo tengo “muchísimo tiempo libre”, y no, para nada; tuve que perder prácticamente dos mañanas de mi preciado tiempo, para ir a denunciarlo, ya que me dijeron el lunes, que tenía que juntar todas las capturas como prueba, porque si no, era lo mismo que la nada, ya que él podía borrarlo todo y ahí quedaba como si no hubiera hecho nada. De todos modos, yo pensé para mí—y lo compruebo con los hechos—de que Rolmigas es tan engreído, que nunca borra nada, incluso cuando sus propias palabras lo perjudican. Por eso es que yo lo denuncié el martes y pienso que él, una vez más, está proyectando psicológicamente su obsesión hacia mi persona, alegando que soy yo, quien me obsesioné con él. Y no, la verdad que en todo caso prefiero obsesionarme con mujeres, ya que a mí no me atraen los varones. 
            A continuación, Rolmigas—de tan idiota que es—descree la denuncia que le realicé en su contra, el día 18 de junio de 2019 ADAT, aseverando: “Por empezar, por más que averigüe no tengo rgistrada ninguna denuncia en ningún juzgado del Uruguay. De hecho entré y salí del país hermano en varias oportunidades y jamás tuve ningún problema.” Y yo ante esto, no puedo más que reírme y pensar: “eres idiota, hombre. ¿Y si te están investigando, acaso te van a decir a vos personalmente: mirá que te estamos investigando, eh? No tenés ni idea de nada, Rolmigas…” Pero ahora ya lo he vuelto a denunciar y sólo espero que la Policía haga su trabajo y luego lo mismo, con el Poder Judicial. 
            Rebuzna Rolmigas: “Me cuesta creer además que una persona con los antecedentes policiales y delictivos de Nicolás Gonella Neyra pase por la puerta de una comisaría.” Y yo pienso: “pobre hombre, este Rolmigas, es un pobre diablo realmente; no tiene la más pálida idea de nada en la vida. Sólo sabe mentir; el único antecedente judicial (no “policial” ni “delictivo”) que tuve, fue el de esa sentencia, pero dicho antecedente fue borrado. 
            Se cuestiona Rolmigas: “¿Cuál es el número de causa? ¿Quién es el juez que entiende en la misma? ¿Dónde la radicó?” Y yo le respondería: “El número de causa no te lo puedo decir, porque el documento de constancia que me dieron, dice muy en claro que es reservado. El juez que juzgó esa causa, ni idea; no me lo informaron. Entiendo que por lo visto a esa primera denuncia que hice, el juez no dio a lugar; pero por eso mismo es que te he vuelto a denunciar, y esta vez, con muchísimas más pruebas que la otra vez”. De hecho, pienso que, si un juez serio ve todos los agravios e injurias que, con descomunal infamia, Rolmigas profirió en mi contra, no lo debería dejar pasar; pero eso no sé. Dejo todo en manos del Poder Judicial, y eso sí: rezaré para que Dios los ilumine a los agentes y al juez de esa causa. 
            Se burla Rolmigas: “No Nicolás, no es así… es que vos no hiciste nada. Todo pasa en tu cabeza, en tu imaginación, porque con tus antecedentes En primer lugar una demanda internacional es algo complejo, no se resuelve con una denuncia.”  Y yo le contestaría: “no tengo “antecedentes”, ni uno siquiera, y menos en plural. Mi único antecedente fue borrado. Yo cumplí con mi pena y nunca más volví a cometer nada que se le parezca a un delito. He sido un ciudadano ejemplar, desde entonces (como antes también lo había sido; vamos, que incluso siendo peatón, no cruzo semáforos en rojo; nunca tiro ni un papel a la calle, etcétera); mi único error, quedó borrado por todas mis buenas acciones, que no las voy a explicitar aquí, porque no se debe andar alardeando. Y no me importa cuán complejo sea, la demanda que ya empecé a hacerte desde el año pasado y hoy la volví a retomar; en serio, ¿por qué no me dejas en paz? Fuiste vos el que empezaste—supuesto profesorcillo—; admití tu derrota. ¡Ten algo de honor!” 
            Continúa Rolmigas rebuznando, mintiendo y difamando: “Pues si estuvo bajo tratamiento, y si realizó amenazas de muerte. A diferencia de él, yo si tengo evidencias”. Pero Rolmigas no tiene evidencia real de nada; sólo pone la sentencia (una sentencia que considero bastante injusta, pero que pudo ser peor, pues aun así, yo no fui a la cárcel). El supuesto “tratamiento”, como mencioné, fue que, durante unos meses, tuve que mandar informes psicológicos al juez, nada más; no hice ningún tratamiento y mucho menos me dijeron nada sobre “separar la imaginación de la realidad”. Pienso: “¡Eres un mentiroso, Rolmigas! No sabés nada. Y no, no amenacé de muerte a nadie”. 
            Dice Rolmigas: “La fiscalía del estado solicitó además, mediante exhorto a Embajada de EEUU en Uruguay el inicio de las gestiones para que se cierren los blogs de este eterno estudiante.” Pues parece que no le hicieron caso, porque el único blog por el que me denunciaron sigue ahí, aunque obviamente sin actualizarse. 
            Y que sea eterno estudiante, no significa que no me haya graduado… Está bien siempre seguir estudiando y actualizándose; no es nada malo ser eterno estudiante, en ese sentido. Aparte, es una hipocresía patente de su parte, ya que el propio Rolmigas en su blog pone que también es “estudiante”. 
            Rebuzna Rolmigas: “Vale decir que a causa de la condena sufrida es que él “mató” a varios personajes, a cuya memoria dedicó una compilación de escritos en mi contra. Un delirante… pero él dice que todo eso es mentira, así que transcribo la sentencia”. Pienso: “Vaya, Rolmigas no sólo me acusa de amenazar a la gente de muerte, sino que también me llama de asesino. ¡Es un difamador contumaz! Yo no maté nunca a nadie: ni reales ni personajes, siquiera.” 
            Rebuzna finalmente Rolmigas antes de citar la sentencia: “(…) En la cual la misma defensa de Nicolás Gonella Neyra informa que sufre “demostrado bajo control de impulsos, con razgos esquizoides. Ha concurrido a tratamiento terapéutico para buscar soluciones a la complejidad de su conducta”. Eso de mis “rasgos” (no “razgos”) esquizoides fue simplemente una alegación de la defensa (ser “esquizoide” no es ningún “trastorno”, sino sólo una personalidad diferente; y sin embargo, yo no soy totalmente esquizoide, sino sólo con algunos rasgos), para defenderme mejor; pero como expliqué precedentemente, yo siendo neurofisiólogo, estoy convencido de que la psiquiatría es una farsa. Y mi conducta sigue igual que siempre, así que eso demuestra una vez más, las mentiras de Raúl. 
            En cuanto a la “sentencia”, el artículo 149 bis del Código Penal, es claramente inconstitucional; y yo podría haber apelado y presentado un recurso de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia, después de esa “sentencia” injusta, pero como no me pusieron en prisión y además gasté mucho dinero en abogado (y bien merecido se lo tenía que le pagara bien, por supuesto), entonces decidí dejar quieto, para no hacer más problemas. Pero no, se ve que hay gente rastrera y mezquina (como Rolmigas y “compañía”, si es que existe su compañía…) que no entienden, y quieren seguir, “dale que dale” con lo mismo, por un supuesto delito que supuestamente cometí hace casi seis años atrás; cosa la cual, ya pagué por ello, ya me arrepentí en cuanto a forma de lo que hice, y lo más importante: nunca más lo volví a hacer. 
            Dice la sentencia, en una parte: “De la planilla de Antecedentes Judiciales del Instituto Técnico Forense (fs.235), no surgen anotaciones, por lo cual el encausado reviste la calidad de primario absoluto.” Aquí yo pienso: “¿Ves, Rolmigas? Dijiste que yo tenía varios antecedentes, pero la propia sentencia que tú mismo subes, demuestra que eres un mentiroso. Fui primario absoluto. Vuelvo a reiterarte: ¡no sabés ni leer una sentencia!” 
            Dice la sentencia: “la Defensa lo evacuó, solicitando el abatimiento de la condena a 8 meses de prisión, por cuanto su defendido ha demostrado bajo control de impulsos, con rasgos esquizoides. Ha concurrido a tratamiento terapéutico para buscar soluciones a la complejidad de su conducta.” Yo pienso: “¿Ves quién dice eso del tratamiento, lo esquizoide y el supuesto bajo control de impulsos, Rolmigas? ¡La defensa! Mi defensa. ¡Te falta comprensión lectora!” Es como le dije a unos amigos: si yo realmente tuviera bajo control de impulsos, ¡imagínense, el lío que sería! Además, mi defensa solicitó: “Solicita se le conceda el beneficio de la suspensión condicional de la pena, y la devolución de los objetos incautados.” Mi defensa hizo un muy buen trabajo, contra todo lo que él tuvo que reñir. Recuerdo que él me contó después, algo así como: “porque yo tenía todo el mundo contra mí, en el juicio: la abogada de la denunciante, la abogada de la Institución de los Derechos Humanos, la fiscal y hasta el juez”. 
            Finaliza Rolmigas: “Espero que con esto quede claro que uno de los habituales trolls de Sursum Corda es un muchacho con antecedentes penales y con problemas psicológicos. Adios Nicolás. Ya podés dejarnos tranquilos.” Como vemos, Rolmigas ha dicho mentiras hasta el final; desde el principio al final, de toda su entrada; sólo dice puras mentiras; puesto que no soy uno de los habituales trolls de Sursum Corda. Ya dije, que yo hace añales que no le comento nada. 
            Pero más allá de todo, no sólo la exageración por la injusticia que me hicieron durante la Gran Infamia, sino por todas las difamaciones que me ha hecho esa persona—Rolmigas y “compañía”, si es que existe esa “compañía”—es que para mí esa sentencia y todos esos hechos, son para mí como un certificado, un diploma, el más valioso de los títulos que un cristiano pueda recibir, porque como dice la Santa Biblia: “Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia: porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados sois cuando os vituperaren y os persiguieren, y dijeren de vosotros todo mal por mi causa, mintiendo” (Mt.5:10-11, RVA). Reflexionando sobre este pasaje y sobre mi propia vida, a veces pienso que, en un futuro, moriré martirizado, quizás en un glorioso tiroteo o siendo torturado por mis enemigos; entre esas dos opciones, ciertamente prefiero la del glorioso tiroteo. De todos modos, no procuro ser un mártir, sino a lo sumo un confessor fidei—y por ende, morir tranquilo, siendo anciano—que es de hecho, lo que he venido siendo hasta este momento, puesto que he sido perseguido, denostado y vilipendiado por mi fe, por creer en lo que estoy convencido de que es la verdad: el cristianismo católico niceno, histórico de siempre. 
 
Éste es mi mayor título: ¡el de BIENAVENTURADO!
 
 
            Ya concluyendo, quizás lo más cómico de todo esto, es que el tal de Raúl Miguel—quien alega ser un profesor de historia, vaya a saber si es cierto—quien no pasa de un heresiarca, teologastro y profesorcillo, él cree—o al menos alega creer—que yo me imagino cosas, alegando que yo no lo denuncié en el año 2019 ADAT y de seguro él piensa que yo no lo he vuelto a denunciar hoy; pero, como diría Dostoievski “¡te equivocas, te equivocas, no te saldrás con la tuya!” (en Crimen y castigo). Así es, él no se saldrá con la suya; Rolmigas debe detener sus injurias y agravios hacia mi persona, porque ahora ha ido demasiado lejos. Es como mencioné: una cosa es tener diferencias teológicas y debatir en buenos términos y discordar, pero esto que él está haciendo es caer bajo, muy bajo. No importa, al final, sólo se está perjudicando a sí mismo, contaminando cada vez más su propia alma; estoy casi convencido de que ese pobre hombre está poseído o al menos bajo la influencia de diablos y demonios, así que, en cierto modo, me compadezco de él, pero esas influencias él mismo las procuró, puesto que son el resultado de su superlativa soberbia. Es como dice la Biblia, “profesando ser sabios, se hicieron necios” (Rom.1:22). Y una conclusión más, sobre su hecho difamatorio: toda su oposición al Cónclave que estamos realizando, es una prueba más de que realmente éste es auténtico y movido y bendecido por el Espíritu Santo, ya que, si fuera falso, entonces, ¿por qué molestarse con el hecho de proferir todas esas injurias y agravios en contra de mi persona? Es como el hecho de mi propia obra escrita, a la cual los agentes y actores de la Gran Infamia, la intentaron llevar hacia el olvido, pero al final, toda mi obra que realmente importaba, fue salvada de forma milagrosa, y de esa forma, bendecida por Dios. Todos esos hechos, toda la oposición de los enemigos declarados y no declarados de la Iglesia, todas las intrigas y traiciones hacia mi persona—cuando yo siempre he sido de lo más leal hacia mis amistades—, y pese a todo, Dios siempre ha estado allí conmigo, salvando milagrosamente todo lo que vale la pena ser salvado, todos esos hechos, me convencen aún con mayor ahínco y firmeza de mi postura; me convencen de que—pese a mis fallas humanas—estoy recorriendo el buen camino y le ruego a Dios para que nunca permita que me desvíe del mismo, que me conduzca por la buena senda, para que pueda pasar por la “puerta estrecha” que lleva a la salvación eterna. 
            Porque fue gracias a Dios y a la Virgen Santísima—mi abogada—, que yo no caí bajo la ignominia de una prisión injusta, y aún si hubiera caído, el Señor me daría fuerzas para salir adelante; y es siempre el Señor, quien me da fuerzas, para sobrellevar todas las calumnias, injurias e incluso amenazas que recibo en mi contra; pero no importa, ahora ya lo he denunciado todo, ante las autoridades competentes civiles y humanas, ante las cuales no deposito mi confianza; pero sí espero que Dios ilumine a esos agentes e investigadores de la Policía y luego al fiscal y juez correspondiente del Poder Judicial uruguayo, para que realmente juzguen al o a los agresores en mi contra. 
            En conclusión, pues, que suceda lo que tenga que suceder: lo dejo todo en manos de Dios, y me atengo a lo que Él determine. Pongo toda mi vida en sus manos; tengo plena confianza en Cristo nuestro Señor, porque el cristianismo católico niceno verdadero o sicárvico es mi religión y mi religión no sólo consiste en rezar dos o tres oraciones por día, siendo además que infelizmente no tengo ninguna misa tridentina o verdadera cercana para concurrir; mi religión es un estilo de vida, mi religión es mi vida y mi fe en Cristo, mi fortaleza. Por eso, procuro vivir de acuerdo con los preceptos del Señor; y mi fe no es la ciencia, ni la democracia, ni creer en el demonio del Covid-19 ni en la salvación por la falsa vacuna. La Sagrada Biblia y el Magisterio de la Santa Madre Iglesia son mi único fundamento. Soy católico integrista, por la fe y por las obras. El Único Señor, Redentor y Salvador es Jesucristo. Maranatha, ¡ven Señor Jesús!

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